Comenzó el COLE

Hola gente maravillosa, este post está dedicado a mamis y papis cuyos hijos han comenzado por primera vez en el cole o se han visto desbordados ante los nuevos retos que supone volver al colegio.
La idea de este post me surgió, hace poco al escuchar a una mami que me dijo: “... este año escolar, quiero llegar más temprano, deseo organizar mejor las mañanas y hacer que el día sea más fructífero” a lo que su pareja respondió: “que va, si siempre llegas tarde… que más da” “no creo que lo hagas” y así un par de comentarios más.
Pues bien, en realidad pienso que con o sin apoyo lo podemos lograr. Por su puesto lo ideal es contar con el apoyo de nuestras parejas y seres más cercanos, pero si no es así podemos demostrar que somos capaces de gestionar el tiempo y además con toda seguridad quienes nos rodean serán absorbidos por esa fuerza que te lleva a seguir y cumplir tus metas. Yo estoy convencida que si una mami se propone a hacer algo por el bien de la familia lo logra. No quiero decir, que es muy fácil, pero si que es posible, y luego la recompensa es mucho más que satisfactoria.
Aunque pocas veces se relaciona el estrés con las familias, ya que cuando se habla de estrés se piensa más en situaciones laborales, podemos decir que, en los últimos años se ha puesto al descubierto lo que se conoce como “Familias Estresadas”.
En un estudio realizado por la Sociedad Española de Pediatría Extra hospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) detectaron hasta un 33% de niños, es decir, un tercio de la población infantil española, que vive en familias con un nivel de estrés elevado.
Nuestro propósito no es ahondar en el tema de las familias estresadas, nos bastará con decir que son aquellas familias cuyas vidas se sienten agobiantes desde que comienza el día todo se convierte en un estrés.
Por otro lado la realidad es que la rutina de las mañanas estresan. ¿Porqué? Por que hay que salir temprano, hacer el desayuno, dejar todo listo para la actividad post cole, adelantar la comida, organizar las meriendas, y además arreglarse y llegar temprano al trabajo para comenzar con la jornada laboral.
Y sin darnos cuenta termina la jornada laboral y comienza la familiar, actividades extraescolares: idiomas, baile, deportes, danzas, artes, etc y aproximadamente con suerte a las 07:00 pm o a partir de las 08:00 pm comienza, la última carrera maratónica del día: cena, deberes, ducha, pijamas, cuentos, “tiempo de relax” y a dormir.
No creas que el fin de semana varia mucho, deportes, cumpleaños con suerte amigos o familias, y si la limpieza de la vivienda corre por parte de la familia también hay que dedicarle tiempo. Para rematar dejar los uniformes o la ropa limpia para la nueva semana que comienza. Y así transcurren las semanas.
¿Te suena de algo?

¿Te ves reflejada/o en este espiral de actividades y situaciones de nunca acabar?
Esta es la rutina del día a día de padres con hijos en la edad escolar, no solo cuando hay adolescentes, sino también con niños de diferentes edades escolares. En este tipo de realidades es normal que todos se vean involucrados en un espiral al que si no le pones remedio traerá consecuencias en algunos miembros del grupo familiar. Se manifiesta el estrés e incluso la somatización de enfermedades.
¿Cómo saber si estas al borde del estrés familiar?
Sientes que se te va el tiempo siendo chofer de tus hijos.
Tu, tu pareja o algún otro miembro de la familia tienen: dolores de espalda, de tensión alta, insomnio, pesadillas, falta de concentración en actividades rutinarias.
Hay discusiones sin sentido, por nada y por casi todo.
Mal humor generalizado, exceso de preocupación, sentimientos de culpa, tristeza, decepción, contrariedad, desencanto.
Es como si os costará disfrutar, complacerse y recrearse de las cosas.
Pero sobre todo ante cualquier situación hay descargas de ira y exceso de irritabilidad.
Las causas de tales sentimientos o reacciones son variables y dependen de como se desarrolla la dinámica familiar. Lo que para unas familias puede desencadenar estrés para otras no. Sin embargo, hay situaciones específicas, como por ejemplo:
Perdida del trabajo.
Nacimiento de un hijo.
Carga laboral excesiva / horarios laborales incompatibles con la vida familiar / exceso de horas de trabajo.
Muerte de un familiar o ser muy querido.
Separación / Divorcio.
Es como una cadena, una cosa genera la otra, y la simple idea de llegar con los niños al cole más temprano se pude convertir en un meta más no cumplida, una frustración más, una carga más de tensión o simplemente una razón más para estar de mal humor.
No te preocupes TODO TIENE SOLUCIÓN¡¡

¿QUÉ HACER?
Lo primero que debe quedarte claro es que las fórmulas mágicas no existen y que todo depende de cada familia y su grupo familiar.
LO MÁS IMPORTANTE ES:
Tomar conciencia de la situación en la que te encuentras, es decir, en qué punto están tu y tu familia y lo que realmente deseas conseguir. (por ejemplo: mi situación es que cada mañana hay una discusión, llegamos tarde al cole y me siento culpable por no gestionar bien el tiempo).
Pensar: ¿Qué puedo hacer desde mi visión? Por ejemplo: puedo acostarme más temprano y por ende despertar antes. Dejar algunas cosas preparadas la noche anterior, como la merienda. Conversar con los miembros de la familia y proponerse un reto de llegar temprano y que cada quién aporte sus ideas y exponga su forma de colaborar, (esto en el caso de niños mayores de 7 años y adolescentes).
Comenzar: con optimismo haciendo pequeños cambios y hacerlos de forma progresiva y constante.
Seguridad: Sentirse segura/o de lo que se hace y tener como meta mejorar las relaciones familiares y la gestión de tiempo.
Planifica: programa tus actividades con antelación, esto te ayuda a ser más consciente de tu agenda y a gestionarla mejor.
Reconocer: que cosas puedes dejar para “más tarde” y, sé consciente de que deseas hacer cambios sustanciales y prácticos en tu vida y la de tu familia.
Buscar ayuda: Pide ayuda, amigos, familiares o redes de apoyo muchas veces te pueden brindar el aliciente que necesitas para lograr tus metas. Incluso coach, terapeutas y hasta en la escuela puedes solicitar apoyo si así lo deseas.
No apuntes a tus hijos a demasiadas actividades extraescolares, una o dos es más que suficiente.
Recuerda que los pequeños cambios normalmente te llevan a grades resultados.

Desde una perspectiva más holística te recomiendo:
Vivir con calma ubícate en el momento presente, en el aquí y el ahora. Deja el mañana para mañana y vive tu día con entusiasmo.
Se paciente contigo misma/o y recuerda que si te lo propones y deseas de corazón puedes lograr cambios en tu vida de una manera práctica y eficaz.
Acude a la técnica de la respiración profunda cada vez que lo necesites, es muy reconfortante y te ayuda a centrarte en el momento y en la situación, para enfocarla de una manera más positiva.
Antes de hablar, piensa.
Mantener un buen sentido del humor. Ríete de las cosas que ocurren, a menudo las situaciones más incomodas o las más absurdas se vuelcan en las más graciosas, ve el lado cómico de lo que sucede.
Enfócate en el lado positivo. Todo en la vida tiene un lado positivo, esto mejora tu humor y afina tu ingenio creativo.
Sonríele a la vida. Al sonreír obligas a tu cerebro a responder a ese estimulo, a buscar el lado gracioso, a sentirte más relajado. Tal vez, te parezca absurdo la primera vez que lo hagas, no lo pienses solo hazlo y este siempre hecho te aportará beneficios a tu estado de ánimo.
Recuerda y repite: “Hoy y ahora sé que todo en mi vida y en mundo es PLENO, ABSOLUTO Y TOTAL”